viernes, 16 de mayo de 2014

EL MAESTRO REVI RETOMA LA ACTIVIDAD………..

Muy buenas amigos de Snowman Carpfishing, estamos de vuelta a nuestra agradable sesión semanal con todos vosotros que, día a día y, semana a semana, sois muchos más y nos complace enormemente, tras unas semanas sin demasiado tiempo hemos ido acumulando diferentes salidas que os mostraremos a partir de ahora, por lo que no os asustéis si nos veis abrigados xD, para esta ocasión os traemos la sesión que se metieron entre pecho y espalda dos grandísimos pescadores que suelen tener excelentes resultados en sus escapadas de pesca fruto del buen trabajo, preparación y conocimientos con los que abordan las mismas, nos referimos al maestro Revi y su fiel compañero de fatigas a pie de orilla Juanan, una pareja de buena gente que sube el nivel Snowman allá por donde van, he aquí el desmenuce de la sesión………..

Tras unos meses dedicados a la caza y con gran mono de pesca los compañeros decidieron tentar a los barbos y organizaron a conciencia una escapada, tras preparar con esmero un gran acopio de semillas con sus correspondientes dosis de veneno para atraer a nuestras amigas, era el momento de escoger el lugar idóneo para pasar un día a pie de orilla, tras tener la zona sondeada y cebada, tocaba preparar el campamento base a la par que de disfrutaba con el contacto con el equipo dejado de lado unos meses para atender otros quehaceres. En poco tiempo estaba todo dispuesto para lanzar las cañas y cruzar los dedos para ser agraciados con alguna picada, cosa no demasiado complicada para esta experta pareja de pescadores que se complementan a la perfección.

El día mostraba cierta actividad en el agua y saltos próximos al cebadero, parecía que poco a poco el pez se estaba acercando a las inmediaciones de las cañas y ese era precisamente el objetivo principal, la sensación de que no tardaría mucho tiempo en pitar alguna alarma quedó refrendada cuando en un abrir y cerrar de ojos el amigo Juanan se apuntaba dos capturas a su casillero particular, se trataba de dos comunes de tamaños similares y no gran porte, pero menos das una piedra y es mejor pescar algo pequeño que venirse tocando las castañuelas en una sesión de pesca, los cebos caseros de los compañeros comenzaban a dar sus frutos, la película no había hecho más que empezar, tocaba ponerse cómodos en el asiento pues sólo se trataba de la antesala de lo que restaba por venir que sin lugar a dudas dejaría un mejor sabor de boca.

El maestro Revi no quería perder comba de lo acontecido y pocos minutos después del doblete de Juanan conseguía recortar distancias, una de sus alarmas le ponía en alerta tras varios pitidos, una picada tenía lugar en ese momento, con temple y buen hacer logro hacerse cargo de la situación e ir trayendo al animal hasta las inmediaciones de la sacadera, poco después inauguraba su casillero particular de capturas con una común sana y bregadora de tamaño medio, otra de las bolas caseras había dado la cara y dejaba claro que gustaban a los inquilinos del lugar, el boilie natural y tierno se había desprendido del hair en el fragor de la batalla y tocaba reponerlo y lanzar de nuevo la caña al agua en pro de hacerse con una nueva captura que llevase el empate al tanteador. No obstante, la diosa fortuna tenía otros planes en mente y era Juanan el que tomaba la delantera al sumar una nueva captura, tras una arrancada vibrante y espectacular, nuestro amigo luchaba por tratar de hacerse con una nueva pieza, prendido del anzuelo traía un pez sensacional que realizó varias arrancadas intentando huir lo cual hizo pensar a los compañeros que se podría tratar de un barbo, tras unos minutos de incertidumbre se confirmaban los presagios y llegaba hasta la moqueta un precioso comizo sano y guerrero que había engullido desaforadamente otro boilie casero salado.


La alegría era inmensa y el objetivo de la sesión se había conseguido cuando aún restaban varias horas hasta la finalización de la misma, tocaba reponer el cebo y esperar que solo fuera el comienzo de las picadas de los barbos, con la emoción de la captura y repasando las fotografías de la cámara, tocaba reponer fuerzas y el maestro Revi estaba preparando una serie de platos en la mesa para chuparse los dedos, se alzaba de entre los placeres epicúreos todo un símbolo Snowman, ¡¡las ricas gachas!!. Mientras desaparecía de la mesa la comida no se perdían de vista las cañas pues la actividad del pez era cada vez más notoria a tenor de los saltos y movimientos percibidos en el agua.
Para mantener el cebadero a pleno rendimiento y poder afrontar las últimas horas de la jornada con las máximas garantías se realizó un cebado de mantenimiento con algo de engodo y se prepararon unas mallas de pva para hacer más atractivo el cebo de anzuelo, el maestro Revi se decantó por utilizar el Kiwi a la hora de remplazar una de sus cañas cuyo boilie casero tirando a soluble ya había pasado a mejor vida, en un periquete y con la inestimable ayuda del barco cebador se había recebado la zona y era el momento de dejar el lugar tranquilo para que el pez merodease a sus anchas y cruzar los dedos para ser agraciados con la picada de algún barbo de buen tamaño.
Una nueva picada no tardaría en producirse, a pesar de dar gran alegría al afortunado pescador por pasar unos instantes de disfrute hasta lograr su consecución, la captura no era lo que se estaba buscando y eso dejaba cierto regusto agridulce, el maestro Revi se alzaba con una nueva común de pequeño tamaño y seguía a la espera de su comizo para rematar la faena y poner la guinda al pastel. Si el amigo Juanan estaba en la misma tesitura a pesar de haber logrado ya un barbo, se desquitaría una hora después de la última captura, tras una arrancada magistral, un estruendoso ruido rasgo el silencio de la tarde e hizo levantase de un brinco cual rana a nuestro compañero, una de sus cañas había sido agraciada con una nueva picada y por la forma de sacar hilo el carrete y las arrancadas percibidas al tacto de la caña podía tratarse de un buen comizo, el pez plantaba batalla e intentaba una y otra vez embarcarse en frenéticas huidas que rápidamente eran frenadas por el buen hacer de Juanan, tras unos minutos de intensa lucha con un incombustible pez, la cosa llegaba a buen puerto y Juanan se apuntaba una pieza magnifica, el comizo de buen porte deseo inicial en la sesión dejaba de ser un reto y se convertía en realidad palpable e irrefutable. 
En ciertas ocasiones el trabajo bien hecho y el esfuerzo traen su recompensa y el alegre pescador podía hacerse una fotografía con tan bello ejemplar antes de agradecerle la lucha y devolverlo al agua, definitivamente las bolas caseras habían estado a la altura y se habían convertido en un cebo a tener presente en futuras ocasiones. Si la cosa parecía que no podía mejorar aún restaba una última sorpresa nada desdeñable. El maestro Revi que contaba con un menor número de piezas en esta salida estaba a punto de poner el broche de oro a la misma cuando una de sus cañas se arrancó bravamente y la alarma no dejaba de sonar zumbando estruendosamente, con más paciencia que el santo Job a sabiendas que tras el anzuelo venía prendido un gran ejemplar la habilidad del maestro Revi le permitió controlar la situación y desgastar al pez que paulatinamente iba cediendo terreno y acercándose a la orilla, aun así eran continuas sus arrancadas para intentar zafase del engaño, hubo de esperar unos minutos para poder asegurar la captura una vez estuvo dentro de la sacadera, el maestro con su fe en el boilie de kiwi, sus extensos conocimientos y buena mano, unido a esa pizca de suerte tan necesaria en cualquier aspecto de la vida, permitieron fotografiarse con tan majestuoso comizo, un apolíneo con una lucha digna de mención, el maestro también lograba su objetivo y todos iban contentos a casa, ¡¡Enhorabuena maestro!!

Tocaba para futuras sesiones el reto de lograr capturas de un mayor tamaño, hazaña nada fácil y que requiere del logro de múltiples aspectos, algo que lejos de asustar es la salsa de esta pasión y por lo que uno centra todos sus esfuerzos en alcanzar tal fin. Con todo ello tocaba recoger todo los trastos, cargarlos al coche y emprender el camino de vuelta con  una sonrisa en el rostro que disimulaba cualquier atisbo de cansancio por el madrugón, así se dio por concluida esta sensacional sesión de los maestros Revi y Juanan que han tenido a bien compartir con todos nosotros, les agradezco tal hecho y les felicito por la increíble jornada que se marcaron, a vosotros os emplazo para dentro de unos días para que si así lo consideráis oportuno, seáis participes de un nuevo relato a pie de orilla de algún otro compañero, hasta la próxima amigos de Snowman…..........

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