sábado, 29 de junio de 2013

CHATO’BAITS AL PODER (SEGUNDA PARTE)

Ya estamos de vuelta para trasladaros lo que aconteció en el último día de la doble sesión que se metieron entre pecho y espalda dos miembros del club. La ilusión estaba a tope después de un primer día bastante positivo y fructífero, se esperaba como mínimo poder repetir lo vivido 24 horas antes, al menos esa era la intención. Tras unas horas de descanso después de un día agotador, nuestros amigos se pusieron de nuevo en marcha, esperaba en el horizonte una nueva jornada de pesca, con todo preparado y cargado ya en el coche no perdieron más tiempo y partieron hacia la orilla, una vez que llegaron se dispusieron a montar las cañas con el máximo cuidado de no hacer demasiado alboroto que pudiera ser perjudicial por espantar a los peces.

 Una vez que estaba todo preparado solo restaba terminar con los bajos, para el cebo de anzuelo probarían unas bolas caseras de piña y ácido butírico, tampoco se olvidarían de las efectivas y muy apreciadas por todos nosotros mallas de pva, que serían más que suficiente para el aspecto del cebado, pues la zona estaba ya cebada del día anterior y especialmente recebada al concluir la sesión con vistas a tenerla perfecta cuando volvieran al día siguiente.


 Ya solo quedaba tirar las cañas al agua y que hubiese suerte, el trabajo ya estaba hecho y no se podía hacer mucho más, tocaba pues esperar. Se producían algunos saltos y movimiento en el agua pero la primera captura se hacía de rogar, tuvo que pasar un largo rato hasta que un estruendoso ruido rompió el sosiego de la mañana y estremeció a nuestros amigos que rápidamente fueron a clavar el pez, Javi era el que se encargó de la caña y de momento el pez seguía prendido del anzuelo, tras varios envites buscando zafarse que obligaron a dejar el freno del carrete flojo, poco a poco el pez disminuía su resistencia y se conseguía que se acercase a la orilla, finalmente nuestra batalladora amiga tuvo que rendirse debido al desgaste y cansancio acumulado y acabo cediendo y entregándose mansa a pocos metros de llegar a la sacadera, una carpa sana y muy vital se convertía en la primera captura del día, animando a nuestros amigos a la posibilidad de capturar más ejemplares y a dar un respiro y mucha tranquilidad al lograr eludir acabar la jornada a cero.



Fue el momento en el que Javi comentaba como había sido la picada y posterior lucha con el pez con todos sus pormenores, a la par que al Chato le estaba entrando cierta envidia sana mientras veía como se percibía actividad del pez en el agua, cuando experimento personalmente esas sensaciones, después de tener los cebos varias horas en el agua sin ninguna novedad por fin una de sus cañas le dio una alegría, se producía una nueva picada, un ejemplar bravo y terco se empeñaba en escabullirse del engaño que lo apresaba, el buen saber y dominio de la situación por parte del maestro Chato, innato en él siempre que no le viene grande, permitió a nuestros amigos fotografiarse con la que sería la segunda captura del día, una digna carpa, fuerte y sana, aunque no lo sabían en ese preciso instante, no sería la última de la tarde. 
Con los deberes cumplidos y sendas capturas en su haber, la sesión ya estaba por unos derroteros firmados por todos al comienzo de la misma, pues el lugar no se caracteriza por terminar la jornada con múltiples capturas, más bien con una o ninguna, lo huidizas y recelosas unido al gran combate que ofrecen las piezas del lugar son el reclamo perfecto para nosotros, que buscamos el reto de engañar a un animal que pone el mayor empeño en hacernos fracasar en cada intento, siendo cada victoria saboreada y disfrutada al máximo. Tuvieron que pasar otro par de horas cuando de nuevo se daba otra picada, Javi rompería la igualada establecida hasta el momento si lograba cobrarse la pieza, después de unos instantes de lucha y un sobresalto a pocos metros de llegar el pez hasta la sacadera, pues se enganchó durante unos minutos en algún obstáculo sumergido, finalmente hubo suerte y el animal pudo ser llevado hasta la moqueta, se trataba de una nueva carpa de talla similar a las anteriores capturas, una guerrillera más y luchadora incansable que dio una lucha espectacular, después de curarla y fotografiarla tocaba darle las gracias por el buen momento vivido y retarla a nuevos encuentros en el futuro mientras se veía como se alejaba lentamente.

La cosa se puso especialmente interesante cuando el Chato no quiso marcharse con el 1-2 en contra, se salió con la suya cuando una de sus alarmas comenzó a sonar con fuerza a medida que su tensor se movía intensamente y el carrete no paraba de sacar hilo, como quería igualar la contienda trato con sumo cuidado la picada, no quería hacer movimientos bruscos ni forzar la situación y que eso pudiera suponer la pérdida de la captura, tras unos frenéticos y expectantes minutos, nuestro amigo respiraba aliviado cuando se confirmaba la captura del animal, lograba otra carpa de similar porte al resto y que aún le daba más alegría a la sesión, por la dificultad que hay en sacar varios peces durante el mismo día, regateada y superada esta espada de Damocles las sensaciones eran muy buenas, no sólo se estaban obteniendo buenos resultados en un lugar duro, encima se estaban logrando con cebos elaborados por uno mismo, lo que sin duda supone un disparo en la satisfacción y ego de cualquiera.



Ya estaban a punto de recoger cuando se produjo la que sería la última alegría del día, la guinda al pastel, el remate a una fantástica sesión y el cierre deseado, justo cuando ya se conformaban con el empate a dos y no tenían mucha fe en conseguir una nueva picada, prueba de ello es que ya habían comenzado a recoger parte del equipo incluidas algunas cañas, fue cuando súbitamente comenzó a sonar repetidamente una de las alarmas, nuestros compañeros tenían la posibilidad de obtener una nueva captura y ampliar el palmarés, Javier fue el encargado de intentar llevar la pieza hasta la orilla, había sacado mucho hilo del carrete y tiraba con fuerza, algo característico en los peces del lugar como ya hemos comentado, con paciencia y sin precipitación al cabo de varios minutos lograba hacerse con el animal, una hermosa carpa que dejaba un regusto increíble y certificaba una sesión sumamente positiva, así que, mientras emprendían el camino hacía el coche comentaban como se había dado el día intercambiando impresiones y dando por finalizada esta sesión de dos salidas consecutivas,  enhorabuena por las capturas y por lo que disfrutasteis, ya estamos a la espera de nuevas jornadas de pesca de los compañeros del club, os mantendremos informados, hasta la próxima……

sábado, 22 de junio de 2013

CHATO’BAITS AL PODER (PRIMERA PARTE)

Después de un periodo de no poder salir tanto a pescar como uno desearía, en las últimas semanas el amigo Chato ha aprovechado el tiempo y ha realizado diferentes salidas por distintos y variados lugares de la geografía española. En esta ocasión os traemos dos sesiones que se marcó con el compañero Javier durante dos días consecutivos pero sin hacer noche en el lugar. Disfrutando de la naturaleza y explorando la zona en busca de los peces que habitan sus aguas y del sitio más conveniente para montar el equipo, nuestros amigos se cargaron sus mochilas y demás trastos a la espalda y se dispusieron a llevar a cabo tal fin. Después de decidirse por el lugar que les resultó más atractivo, montaron las cañas y cebaron la zona ligeramente, no querían asustar al pez ni alborotar demasiado el lugar con ruido así que se decantaron por esparcir algo de grano en pequeña cantidad y un puñado de bolas lanzadas con el cobra.
En cuanto al cebo de anzuelo apostarían entre otros por los chato’baits, que en los últimos tiempos nos están dando un resultado increíble y que aparte de usar buenísimas bolas comerciales, siempre los tenemos presentes como una buena opción que finalmente remataríamos con nuestras apreciadas e indispensables mallas de pva, como no nos cansamos de repetir, si queréis comprobar en persona la calidad y eficacia de las bolas no tenéis más que poneros en contacto con el Chato que os atenderá gustosamente como ya han hecho otros compañeros.
Una vez estaba resuelto el aspecto del cebado, tocaba rematar las cañas y terminar de montar los bajos, con pasos sigilosos para no delatar su presencia y posición fueron dejando el equipo a punto, mientras tanto se deleitaban con el bello paisaje y los movimientos en el agua, parecía que los peces se estaban arrimando a las zonas cebadas y con algo de suerte se podría sacar algún pez al finalizar la jornada.
Pues las sensaciones se tornarían en realidad minutos más tarde, cuando una de las alarmas comenzó a sonar con vehemencia y se escuchaba desde lejos como el carrete no cesaba de sacar hilo y más hilo, se trataba de un picadón en toda regla, el afortunado fue Javier que raudo se aproximó a la caña agraciada y realizó la clavada, algo había tras la línea y ahora tocaba manejarse con cuidado y pelear con tranquilidad la pieza sorteando diversos obstáculos presentes en la orilla, tras unos minutos de lucha e incertidumbre, por momentos el pez no parecía cansarse y entregar la piel, al final el animal sucumbió al cansancio y acabó entregado a la sacadera que portaba el Chato, de este modo se cobraron la primera captura de la sesión, habían apartado de un plumazo al desalentador BOLO y conseguían fotografiarse con un precioso ejemplar, luchador y muy sano que había supuesto las delicias de nuestros amigos, con la adrenalina al máximo tocaba reponer cebo, volver a lanzar la caña y esperar que esta fuera la primera de una larga lista de picadas.
Javier irradiaba entusiasmo y una esplendorosa risa floja por el buen pez que había llevado a la moqueta, casi la misma que tenía el Chato al alegrarse por su amigo y por comprobar que sus bolas caseras siguen dando la talla allá por donde van, de momento una maravillosa carpa había caído en las redes del Orell Five, una extraordinaria bola de piña y cangrejo. La cosa estaba parada y ya habían pasado unas horas de la primera y única picada, fue cuando se entraba en el desánimo cuando se arrancó una de las alarmas, de nuevo era Javi a quien le sonreía la suerte y se disponía a luchar con una nueva captura, tiraba mucho y constantemente tenía que jugar con el freno del carrete controlándolo en todo momento, con más paciencia que el santo Job dejó trabajar su caña y no forzó la situación, tras unos minutos de intensa lucha era un hecho que nuestros amigos se apuntarían la segunda captura de la sesión, una carpa con un peso ligeramente superior a su antecesora había sido engañada con una chufa natural y como tope un maíz flotante.
Después de la pertinente fotografía para el recuerdo, tocaba volver a lanzar la caña y esperar que sonara la flauta una vez más, si para que se produjese la segunda captura hubo que esperar unas horas, para la tercera de la tarde no hizo falta tanto tiempo, ahora le tocaba al Chato un mano a mano con el pez y notar su bravía empuñando una de sus Sierra Brava tan bien acompañada por un carrete Shimano Big Baitrunner XT-A, la pieza no tiraba tanto como las anteriores y al conseguir llevarla hasta la moqueta se comprobó que era de menor tamaño, no obstante dan una lucha increíble y se pasa un rato muy entretenido hasta que se consiguen acercar hasta la orilla y no todas las veces es posible, lo importante es que el Chato se estrenaba y volvía a ver como otra de sus bolas era la culpable de que no se fuera bolo para su casa, esta vez fue una fabulosa bola de mantequilla la que llamo la atención del pez.


Ya se había pasado la mañana en un voleo, tocaba afrontar la tarde y esperar a que se dieran nuevas picadas, aprovechando que se tenía que volver a lanzar la caña al agua tras la picada, decidieron probar cebos nuevos y variar los puntos donde estaban situados los montajes, también volvieron a recebar sutilmente con algunas bolas lanzadas con el cobra y el tirachinas, después de eso tocaba recobrar fuerzas tomando un bocado y refrescando el gaznate, ya estaba todo a punto para dar la bienvenida a una posible nueva picada.
La tarde comenzaba con buen pie cuando al no haberse llegado a la hora de tener las cañas lanzadas, una de las alarmas ponía sobre aviso a nuestros amigos ante una picada, Javier fue el encargado de intentar cobrar la pieza, una vez más y para no variar, el pez que se encontraba tras la línea luchaba con fuerza para intentar escabullirse y liberarse, el buen hacer de nuestro compañero permitió que la captura llegase en perfectas condiciones a la orilla y pudieran sumar una más en el casillero, se trataba de otro hermoso ejemplar de carpa enérgico y peleón que enseguida se devolvió al agua tras la obligada cura y un par de fotografías, para las que posó con toda su belleza tras haber sucumbido de nuevo a un chato’baits, en esta ocasión de banana, el  cual denominamos Sierra Ball por haber sido un boilie con el que hemos conseguido innumerables capturas en el mítico embalse Extremeño de Sierra Brava, donde no podemos ir sin el.

Pasaron unas horas sin noticias de los peces del lugar, la actividad decayó sensiblemente no se percibían por los alrededores ni saltos ni movimiento en el agua, fue cuando estaban a punto de recoger y dar por finalizada la sesión cuando fueron agraciados por una de esas picadas de última hora que te deja tan buen sabor de boca y te hace recoger el equipo satisfecho y pletórico. El Chato se lanzó a por la caña como alma que lleva el diablo, la pieza había sacado mucho hilo y tuvo que trabajar con paciencia pero sin recrearse, finalmente nada salió mal y el compañero pudo llevar hasta la sacadera su captura, otra luchadora y formidable carpa con la que se fotografió encantado, el Orell Five volvía a funcionar y repetía picada, con ello se dio por concluida la sesión, al día siguiente volverían a intentarlo y tocaba descansar y reponer fuerzas, si queréis saber que tal escaparon al día siguiente no tenéis más que estar atentos al Blog, en unos días desvelamos lo sucedido……………..

viernes, 21 de junio de 2013

Tributo a un pez.

Sin duda la pérdida de Mary es motivo de luto para el Carp fishing en Alemania, pero también es motivo de pesar para la comunidad de carpistas de todo el mundo por lo que ha representado, y representará el nombre de este maravilloso animal.
Desde España, y sobre todo desde Snowman Carpfishing, no podíamos menos que honrar a Mary y su recuerdo en nuestro blog, una carpa con la que todos los aficionados al carp fishing hemos soñado alguna vez pero muy pocos han tenido la fortuna de sentir su poder al otro lado de la línea para finalmente fotografiarse con esta descomunal, bella, impresionante y majestuosa carpa.
Siendo Mary casi como el unicornio para la inmensa mayoría de los mortales aficionados al carp fishing, aún así, habiendo sido casi como un fantasma, Mary ha estado siempre presente en nuestra memoria al ostentar el honorífico y merecidísimo título de recordcarp, porque ha provocando la admiración de todos nosotros cada vez que se alzaba con los laureles que la encumbraban como la carpa más grande del mundo, hazaña esta que ha conseguido una vez tras otra en cada ocasiones en la que se dejaba capturar, porque por mucho que se la persiguiera, era Mary la que elegía al pescador.
Por desgracia no volverá a revalidar su bien ganado trono, pero lo que si ha conseguido para siempre es... mantenerse viva en el recuerdo de todos los carpistas del mundo.
"D.E.P. Queen Mary".

domingo, 16 de junio de 2013

EL CHATO EN ENCINAREJO (SEGUNDA PARTE)

Ya estamos de vuelta para relatar lo vivido en la segunda y última (de momento) escapada a Encinarejo de nuestro amigo Chato para celebrar su recién obtenida licencia andaluza, en esta ocasión por motivos de trabajo y de estudios respectivamente, no pudieron acompañarnos Miguel y Xoxi que a regañadientes tuvieron que asumir la circunstancia, sustituimos sendas bajas por nuevos fichajes de última hora, así pues, el Capi, Fernando, Chato, su hermano Julio y el que les narra, pusieron rumbo hacia el embalse con la máxima ilusión por pasar un buen rato y con el reto de cada salida, intentar pescar algo.
El día despertaba nublado y con presencia de aire que dotaba al ambiente de una sensación más gélida, lo que ni mucho menos menguaba nuestras ganas de pasar un día en grande, poco a poco fuimos montando los equipos y dejando todo a punto de caramelo para dar el pistoletazo de salida a nuestra jornada de pesca.
Estando lo más importante resuelto y dejando los montajes como tarea pendiente nos dispusimos a cebar la zona previa elección de la misma, en esta ocasión nos decantamos por usar una mezcla de galletas de perro y pellets y boilies troceados que fuimos introduciendo en los puestos con ayuda de los barcos cebadores.
Fuimos combinando lo mencionado con unos cuantos tacos y un revuelto de semillas, todo un batiburrillo de sabores y colores, con la intención de hacer nuestros puestos los más atrayentes posibles y que fuera un lugar de parón obligatorio para las capturas que merodeasen por las proximidades. 
Teniendo ya la zona caliente y a la espera de que fueran acercándose los peces a nuestro cebadero fuimos rematando los montajes para lanzar las cañas, seguimos probando nuevas bolas para ver como trabajaban y más chato’baits que tan buen resultados nos han dado en el embalse, para esta ocasión el Chato preparo una remesa de un sabor que me encanta y llevaba tiempo pidiéndoselo, el melocotón. Con todo finiquitado y las cañas ya lanzadas al agua solo faltaba que llegase la primera captura, y no tardó mucho en darse, Chato corría hacía una de sus cañas para clavar, una carpa había caído en las redes de su efectivo boilie de coco y no solo inauguraba su casillero particular, también se convertía en la primera en estrenar su nueva piscina-moqueta.
Con la satisfacción del deber cumplido y las cosas bien hechas, esperábamos nuevas picadas, el Chato parecía estar en racha o haber acertado en su elección de cebo de anzuelo y en poco tiempo se hacía con nuevas capturas, unas carpas de increíble lucha que hicieron trabajada su rendición rumbo hacía la sacadera, el melocotón y un boilie de Source fueron los culpables de que el amigo Chato se desmarcase y se situase en lo más alto del pódium.

El Chato estaba rebosante de alegría por la racha que tenía y la consecución de picadas consecutivas, y aún aumentaría su parcial con una nueva captura que tampoco se pudo resistir al chato’baits de coco, aunque minutos después reduciría distancias su hermano Julio con una preciosa carpa capturada con un chato’baits de piña y ácido butírico, las espadas estaban en todo lo alto y comenzaba el duelo fraternal.

Hubo un momento en el cual el tiempo empeoró ligeramente y aumentó el aire desactivando notablemente la pesca y reduciendo drásticamente el número de picadas, tuvimos unas horas de escaso funcionamiento, aunque se obtuvieron algunas capturas más, una carpa que llevo Julio hasta la moqueta después de una bonita lucha, y otra pieza que me cedió el Chato para que la sacase, una batalladora royal que dio una magnifica lucha y una preciosa estampa para el recuerdo, un double trick de m1 de SBS fue el culpable.

Los minutos pasaban de manera inexorable y ya la mañana estaba muy avanzada, llegados a este punto contábamos con varias capturas con un claro triunfador que volvería a incrementar su suerte y numero de capturas, el Chato le estaba cogiendo el punto a la situación y conseguía llevar hasta la moqueta dos nuevas capturas, el tipo estaba radiante de alegría, sus bolas caseras estaban trabajando a la perfección, el melocotón y la banana se apuntaban un nuevo tanto.
Parecía que la actividad se estaba restableciendo y se sucedían los saltos, ahora eran más frecuentes y aprovechamos para recebar muy sutilmente, teníamos en mente hacerlo en mayor proporción después de comer, en estos minutos de mayor actividad del pez se produjeron nuevas picadas, Fernando se animó a sacar su primera captura la cual con paciencia y cuidado logró incorporar a la sacadera, casi inmediatamente después de depositar la pieza en la moqueta tuvimos que armar la sacadera rápidamente y salir al auxilio del Chato quien pedía ayuda para sacar otro pez más, que consiguió acercar a la orilla y fotografiarse con él.

Como Fernando le había cogido el gustillo a esto de pescar, volvió a probar suerte con otra captura, después de clavar y unos minutos de incertidumbre donde se llegó a pensar que el pez se había liberado resultó que era una falsa alarma y tras unos instantes de lucha lograba hacerse con la pieza, Julio era otro afortunado que podía disfrutar de una batalla más y seguía sumando en su casillero.

Poco después repetía sensaciones y tras una arrancada increíble donde el animal sacó gran cantidad de hilo pudo fotografiarse con un hermoso ejemplar de carpa royal, le dio una fantástica lucha y no fue nada sencillo acercarla hasta la orilla, lo que aún hizo más emocionante el momento y la picada, dábamos por finiquitada la mañana, se había pasado volada entre momentos muy entretenidos y animados.
Fue entonces cuando nos dispusimos a parar un momento y coger algo de fuerzas, el Capi nos anunciaba que la comida estaba lista y servida, nos aguardaban en la mesa diversos víveres que serían más que bien recibidos, entre ellos un delicioso moje refrescante y riquísimo, también una tortilla de patatas, bocado delicioso donde los haya.

También podíamos elegir entre una ensalada, pechugas empanadas, o una rica carne en salsa, sin duda platos variados y muy apetecibles, en poco tiempo nos pusimos las botas mientras charlábamos animadamente y pedíamos que un hubiera nuevas picadas durante ese periodo de manduca para poder disfrutar de ello tranquilamente y sin sobresaltos.

Ya con el buche satisfecho y pletóricos, decidimos potenciar el cebadero buscando terminar la tarde con buen pie y seguir incrementando la racha conseguida hasta el momento, así que cargamos los barcos cebadores y esparcimos semillas y engodo por la zona, tocaba pues esperar a que se produjesen nuevas picadas.


No tardó mucho en producirse la ansiada primera picada de la tarde, aunque la emoción de hacernos con la pieza se tornó en impresión y desagrado cuando observamos la captura más detenidamente, la pobre tenía una espeluznante herida en la boca, daba la sensación de un fuerte desgarro producido por ejemplo por haberse zafado de las ataduras de una cuerda, de algún montaje perdido en el agua o algo por el estilo, en cualquier caso daba lastima ver como tenía la boca el pobre animal y aun así luchaba por sobrevivir y se intentaba alimentar como buenamente podía, sin duda toda una luchadora nuestra amiga a la que manipulamos y curamos de la mejor forma que supimos y que despedimos al devolverla al agua deseándole una pronta recuperación.

Mientras le dábamos vueltas a la cabeza pensando en la pobre carpa, tuvimos la fortuna de poder fotografiarnos con nuevas capturas, el Chato se apuntaba un nuevo doblete y con la misma caña, si lograba llevar hasta la orilla una hermosa carpa que le había brindado una emocionante lucha, justo cuando el barco cebador había llevado de nuevo la línea al punto exacto y casi sin tiempo para tensar la línea, el tensor se descolgó violentamente mientras la alarma comenzó a sonar vehementemente, así que mientras el barco regresaba a la orilla el amigo se encontraba nuevamente luchando por apuntarse una nueva captura.
La bola de melocotón estaba respondiendo mejor de lo esperado en un primer momento, su primera toma de contacto con el lugar se estaba resolviendo positivamente, y la cosa no pararía ahí, después de dos capturas consecutivas volvía a sonar la misma caña una media hora después, tras la línea y prendida del anzuelo venía una pequeña carpa que suponía aumentar un poco más la ventaja del Chato en la sesión, Fernando recortó distancia cuando logró llevar hasta la moqueta una preciosa royal que costó trabajo arrimarla a la orilla, ofreció 4-5 arrancadas espectaculares que hicieron las delicias del público. 
Una bola de cangrejo de carpzone le permitió fotografiarse con tan estupendo ejemplar, el tiempo mejoró sensiblemente y se estaba muy a gusto en el lugar, por momentos había que refugiarse del ardiente sol y buscar el cobijo de los árboles del lugar, entre tanto, los hermanos volvieron a sacar nuevas capturas, seguían con su duelo particular para ver quien se proclamaba campeón y cada pez sacado suponía estar más cerca de alcanzar tal fin.

Un chato’baits de banana y la siempre efectiva sk-30 eran las culpables de las últimas capturas,  poco a poco iba pasando la tarde y ya solo quedaban pocas horas para cerrar el telón y dar por concluida la sesión, apurábamos pues para incrementar al máximo el número total de capturas obtenidas, los hermanos volverían a golpear con sendas capturas en las mismas cañas y con los mismos cebos que minutos atrás habían conseguido.

Cuando parecía que se lograría triplete y volverían a sacar peces los hermanos, pues Chato logró una nueva captura y estábamos pendientes de si Julio repetiría experiencia, resultó que rompí la tendencia y la racha triunfal de los hermanos para sacar una carpa muy chula, tuvo una arrancada digna de mención y guerreó todo lo que pudo, ofreció una lucha increíble y el rato hasta sacarla fue muy gratificante, mi winnie de pooh con una bola de piña no podía defraudarme, y no lo hizo.
No obstante lo único que hice fue aplazar lo inevitable, pues después de un tiempo sin picadas y haber aprovechado para tomar un bocado con un refresco bien frío que era de lo más apetecible por la temperatura presente, los hermanos volvían a las andadas y repetían doblete, no se daba abasto para llevar la sacadera y moqueta de un lado a otro, de nuevo repetían y lograban fotografiarse con más ejemplares.

La jornada llegaba a su fin y ya solo tendríamos tiempo para unas últimas picadas, llegados a este punto las sensaciones eran positivas, todos habíamos pescado algo en mayor o menor medida y el objetivo inicial estaba cumplido, por lo que todos estábamos satisfechos y con las expectativas cubiertas, el sheriff del cotarro y triunfador de la jornada sacaba un nuevo pez que sucumbió a un chato’baits de coco antes de participar en el doblete que cerraría la sesión, era un pez sensacional que lucho hasta la extenuación con diversas carreras cuando estaba próximo a la sacadera para huir de la misma y que hizo disfrutar enormemente a nuestro amigo Chato.
Y he aquí lo vivido en este periplo pesquil, el chato estrenó su licencia a lo grande y ya está cavilando cual puede ser el siguiente embalse Andaluz que intentará abordar mientras sigue recorriendo infinidad de lugares, diversos y variados, y como prueba a lo largo de las semanas seréis testigos de nuevas sesiones de este fenómeno amante de la pesca de la cual disfruta al máximo siempre que no hay quehaceres ineludibles de por medio, así que, poco más que decir, ha sido un auténtico placer formar parte de estas escapadas tanto con el Chato como con el resto de compañeros con los cuales hemos compartido orilla, numerosos chascarrillos y capturas han supuesto la tónica de las jornadas, siendo éstas amenas, enriquecedoras y esperando que se repitan con la mayor celeridad posible tanto en este maravilloso escenario como en cualquier otro, espero que mis palabras os hayan servido de ayudar para recrear lo sucedido de la forma más fiel posible, para que el placer del contacto con la naturaleza, pescar o al menos intentarlo y después describirlo en una crónica, sirva para transmitir ese gusto a todos vosotros, para que de igual modo disfrutéis, hasta la próxima……


Aquí podéis ver una de las capturas del maestro Chato, triunfador incuestionable de la sesión con sus eficaces y de gran calidad bolas caseras, como ya hemos dicho en otras ocasiones si alguien está interesado en probarlas no tiene más que ponerse en contacto con el amigo Chato que le informará de lo que sea preciso;