sábado, 29 de junio de 2013

CHATO’BAITS AL PODER (SEGUNDA PARTE)

Ya estamos de vuelta para trasladaros lo que aconteció en el último día de la doble sesión que se metieron entre pecho y espalda dos miembros del club. La ilusión estaba a tope después de un primer día bastante positivo y fructífero, se esperaba como mínimo poder repetir lo vivido 24 horas antes, al menos esa era la intención. Tras unas horas de descanso después de un día agotador, nuestros amigos se pusieron de nuevo en marcha, esperaba en el horizonte una nueva jornada de pesca, con todo preparado y cargado ya en el coche no perdieron más tiempo y partieron hacia la orilla, una vez que llegaron se dispusieron a montar las cañas con el máximo cuidado de no hacer demasiado alboroto que pudiera ser perjudicial por espantar a los peces.

 Una vez que estaba todo preparado solo restaba terminar con los bajos, para el cebo de anzuelo probarían unas bolas caseras de piña y ácido butírico, tampoco se olvidarían de las efectivas y muy apreciadas por todos nosotros mallas de pva, que serían más que suficiente para el aspecto del cebado, pues la zona estaba ya cebada del día anterior y especialmente recebada al concluir la sesión con vistas a tenerla perfecta cuando volvieran al día siguiente.


 Ya solo quedaba tirar las cañas al agua y que hubiese suerte, el trabajo ya estaba hecho y no se podía hacer mucho más, tocaba pues esperar. Se producían algunos saltos y movimiento en el agua pero la primera captura se hacía de rogar, tuvo que pasar un largo rato hasta que un estruendoso ruido rompió el sosiego de la mañana y estremeció a nuestros amigos que rápidamente fueron a clavar el pez, Javi era el que se encargó de la caña y de momento el pez seguía prendido del anzuelo, tras varios envites buscando zafarse que obligaron a dejar el freno del carrete flojo, poco a poco el pez disminuía su resistencia y se conseguía que se acercase a la orilla, finalmente nuestra batalladora amiga tuvo que rendirse debido al desgaste y cansancio acumulado y acabo cediendo y entregándose mansa a pocos metros de llegar a la sacadera, una carpa sana y muy vital se convertía en la primera captura del día, animando a nuestros amigos a la posibilidad de capturar más ejemplares y a dar un respiro y mucha tranquilidad al lograr eludir acabar la jornada a cero.



Fue el momento en el que Javi comentaba como había sido la picada y posterior lucha con el pez con todos sus pormenores, a la par que al Chato le estaba entrando cierta envidia sana mientras veía como se percibía actividad del pez en el agua, cuando experimento personalmente esas sensaciones, después de tener los cebos varias horas en el agua sin ninguna novedad por fin una de sus cañas le dio una alegría, se producía una nueva picada, un ejemplar bravo y terco se empeñaba en escabullirse del engaño que lo apresaba, el buen saber y dominio de la situación por parte del maestro Chato, innato en él siempre que no le viene grande, permitió a nuestros amigos fotografiarse con la que sería la segunda captura del día, una digna carpa, fuerte y sana, aunque no lo sabían en ese preciso instante, no sería la última de la tarde. 
Con los deberes cumplidos y sendas capturas en su haber, la sesión ya estaba por unos derroteros firmados por todos al comienzo de la misma, pues el lugar no se caracteriza por terminar la jornada con múltiples capturas, más bien con una o ninguna, lo huidizas y recelosas unido al gran combate que ofrecen las piezas del lugar son el reclamo perfecto para nosotros, que buscamos el reto de engañar a un animal que pone el mayor empeño en hacernos fracasar en cada intento, siendo cada victoria saboreada y disfrutada al máximo. Tuvieron que pasar otro par de horas cuando de nuevo se daba otra picada, Javi rompería la igualada establecida hasta el momento si lograba cobrarse la pieza, después de unos instantes de lucha y un sobresalto a pocos metros de llegar el pez hasta la sacadera, pues se enganchó durante unos minutos en algún obstáculo sumergido, finalmente hubo suerte y el animal pudo ser llevado hasta la moqueta, se trataba de una nueva carpa de talla similar a las anteriores capturas, una guerrillera más y luchadora incansable que dio una lucha espectacular, después de curarla y fotografiarla tocaba darle las gracias por el buen momento vivido y retarla a nuevos encuentros en el futuro mientras se veía como se alejaba lentamente.

La cosa se puso especialmente interesante cuando el Chato no quiso marcharse con el 1-2 en contra, se salió con la suya cuando una de sus alarmas comenzó a sonar con fuerza a medida que su tensor se movía intensamente y el carrete no paraba de sacar hilo, como quería igualar la contienda trato con sumo cuidado la picada, no quería hacer movimientos bruscos ni forzar la situación y que eso pudiera suponer la pérdida de la captura, tras unos frenéticos y expectantes minutos, nuestro amigo respiraba aliviado cuando se confirmaba la captura del animal, lograba otra carpa de similar porte al resto y que aún le daba más alegría a la sesión, por la dificultad que hay en sacar varios peces durante el mismo día, regateada y superada esta espada de Damocles las sensaciones eran muy buenas, no sólo se estaban obteniendo buenos resultados en un lugar duro, encima se estaban logrando con cebos elaborados por uno mismo, lo que sin duda supone un disparo en la satisfacción y ego de cualquiera.



Ya estaban a punto de recoger cuando se produjo la que sería la última alegría del día, la guinda al pastel, el remate a una fantástica sesión y el cierre deseado, justo cuando ya se conformaban con el empate a dos y no tenían mucha fe en conseguir una nueva picada, prueba de ello es que ya habían comenzado a recoger parte del equipo incluidas algunas cañas, fue cuando súbitamente comenzó a sonar repetidamente una de las alarmas, nuestros compañeros tenían la posibilidad de obtener una nueva captura y ampliar el palmarés, Javier fue el encargado de intentar llevar la pieza hasta la orilla, había sacado mucho hilo del carrete y tiraba con fuerza, algo característico en los peces del lugar como ya hemos comentado, con paciencia y sin precipitación al cabo de varios minutos lograba hacerse con el animal, una hermosa carpa que dejaba un regusto increíble y certificaba una sesión sumamente positiva, así que, mientras emprendían el camino hacía el coche comentaban como se había dado el día intercambiando impresiones y dando por finalizada esta sesión de dos salidas consecutivas,  enhorabuena por las capturas y por lo que disfrutasteis, ya estamos a la espera de nuevas jornadas de pesca de los compañeros del club, os mantendremos informados, hasta la próxima……

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