martes, 22 de enero de 2013

INREVI JONES; EN BUSCA DE LA MALLA PERDIDA

El pasado Domingo, fue el día elegido por el club para realizar su quedada anual, con el fin de reunir al máximo número de compañeros para charlar e intercambiar impresiones sobre el nuevo curso que se presenta, considerando las diferentes opiniones con el propósito de abordar posibles escenarios para los diferentes concursos.




El fin de semana se presentaba movido y pasado por agua, pero tuvimos suerte y la lluvia nos respetó durante todo el día, aunque la rasca que caía sobre nosotros era importante, ya al final de la jornada fue cuando comenzaron a caer las primeras gotas, pero ya era la hora de marcharnos y no nos afectaba demasiado.
 

El lugar elegido fue la Tabla de la Yedra, tenía bastante caudal por las lluvias, y había mucha corriente, con el consiguiente arrastre de maleza y gran turbiedad en el agua.

A pesar de que la idea no era la de pescar, y que estaba el día para cualquier cosa, menos para tal fin, decidimos llevar alguna caña e intentarlo. Las líneas bailaban cual trompos, a pesar de contar con plomos de bastante peso, la corriente los arrastraba, y cualquier amago de cebar era totalmente infructuoso por como corría el agua y lo revuelta que estaba, así que simplemente lanzamos las cañas y dejamos pasar el tiempo, hablando de los asuntos que nos llevaron a la reunión y tomando un bocado.

Como era de esperar pasaron las horas y ni rastro de ningún pez, las alarmas no dejaban de sonar, pero no por picadas deseadas, más bien por enganches en ramas sueltas y demás partículas que se encontraban en el agua, por tanto en ésta ocasión no pudimos fotografiarnos con ningún pez, pero tuvimos algún que otro momento que nos arrancó alguna que otra buena carcajada, sobre todo  debido a la dificultad encontrada a la hora de lanzar las cañas, pues eran múltiples los obstáculos que había que salvar, lo que hizo que más de un lance no acabase en el agua, y si en los árboles del lugar.

Algunos de esos momentos pudimos grabarlos in situ, para quedar constancia en nuestro álbum de anécdotas. En general y para no perder la costumbre volvimos a pasar un rato muy ameno y entretenido.  

 
Los tíos de la vara.

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