Paraje idílico.

Ningún otro lugar se puede calificar de paraiso para los sentidos y para la pesca, que no sea el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.

Un entorno que parece creado por y para el exclusivo disfrute de dioses, pero que la naturaleza ha tenido a bien el placer de dejar que nuestros mortales ojos disfruten de el.

Tenemos el derecho y el deber de disfrutar y cuidar tan maravillosa obra de arte natural, pero sobre todo la necesidad y la obligación de velar por su conservación.

La riqueza faunística y forestal son unos de los principales activos del parque natural, pero sobre todo y para el interés de los aficionados al Carpfishing, la riqueza acuícola de sus lagunas es sensacional.

Por todos los aficionados al Carpfishing es conocida la calidad de los peces que habitan en estas lagunas, tanto de carpas como de los extraordinarios comizos. Son estos últimos los que los aficionados al carp buscamos con más ahínco, no resultando en ninguno de los dos casos fácil la captura de estas especies.

Una característica común en todas las lagunas es, la calidad del agua, cualidad que es apreciable con simplemente echar un vistazo al agua y apreciar la transparencia de cristal de estas lagunas.

Esta buena calidad del agua hace que tanto barbos como carpas encuentre un entorno ideal para su subsistencia y desarrollo, alcanzando tamaños considerables en el caso de las carpas, y colosales en el caso de los barbos comizos.

 

 

 

La pesca en estos escenarios se torna complicada, y no solo porque se trata de engañar grandes peces, que ya solo eso es una ardua tarea, sino, que la transparencia de sus aguas hace que la presentación de los montajes sea tan importante como la elección de un cebo de calidad o la elección del spot, ya que todas estas lagunas tienen en común la abundante presencia de algas en su fondo, formando bastos herbarios en los que es difícil encontar un hueco entre tanta alga donde poder presentar nuestro engaño. Condiciones que complican aún más la compleja tarea de engañar a uno de estos grandes ciprínidos.

Pero la observación y la insistencia en estos escenarios es la clave para llegar a entender el comportamiento de los peces que nadan en sus aguas, y a base de probar diferentes estratégias y técnicas, se llegue a dar con la llave que abra la puerta que nos permita pelear y fotografiar para el recuerdo alguna de las perlas que esconden.


 



 

Como se puede ver en estas imágenes, las carpas de estas lagunas son peces fuertes, sanos y bien alimentados que ofrecen una espectacular lucha contra el pescador que tiene la suerte de sentir su fuerza al otro lado del sedal, proporcinando unos apasionantes y estimulantes momentos de lucha de poder a poder. El pescador depositando tuda su confianza en su destreza, esperiencia y en el material que utilizando. Y el pez, consciente que se encuentra en peligro y sabedor que su salvación pasa por encontrar refugio entre los carrizos que circundan estas maravillosas lagunas.

Y por supuesto... los grandes comizos. Especie insignia para el Carpfishing en este escenario, y por el que muchos pescadores suspiran. ¡Pero no es nada fácil conseguir fotografiarse con uno de estos torpedos subacuáticos, pues no han llegado a conseguir ese excepcional tamaño siendo peces incautos y confiados, ¡al contrario!, los barbos son peces muy desconfiados y precavidos al tomar un alimento que no sea el habitual en su dieta, y saldrán despavoridos al detectar el menor signo de peligro.                

Posiblemente no exista en el mundo un lugar más bello y extraordinario para la practica del carpfishing que las maravillosas Lagunas de Ruidera.